El verano es una época que, en muchas ocasiones, asociamos con los excesos. Durante el resto del año nos esforzamos en mantener una alimentación saludable, vamos al gimnasio y nos hacemos tratamientos estéticos para mejorar nuestra salud y aspecto. Y después de todo eso ¿vamos a tirar todo ese esfuerzo por la borda?
En verano, y a pesa de los helados, refrescos y algún que otro exceso en la terraza de moda, cuidarse y mantener todo o casi todo lo conseguido durante el invierno ¡es posible!
¿Qué podemos hacer para mantenernos en forma?
1. Mantenernos hidratados. No se trata de beber solo agua. Hay muchos alimentos de temporada que nos ayudan al tiempo que nos aportan vitaminas: sandía, melón, pepino, tomate, apio, pimientos verdes o vegetales de hojas verdes. Y si necesitas una alternativa para no aburrirte, prueba a tomarlos en forma de batido, zumo o prueba a convertirlos en polos o brochetas.
2. Las comidas precocinadas prometen ahorrar tiempo. A cambio, nos aportan demasiadas calorías. Si tu problema es el tiempo o las pocas ganas de invertir tu tiempo en la cocina, apúntate a las ensaladas, vegetales en crudo y a las frutas. Refrescan y te aportan vitaminas y minerales.
3. Si comes fuera de casa, prueba a comenzar con ensalada o plato ligero. Otra opción es “picar” algo de fruta antes de salir. Conseguirás mantener a raya la sensación de hambre.
4. Eliminar las bebidas calóricas: si se quiere controlar el peso, deberían eliminarse completamente todas las bebidas que aporten calorías (refrescos azucarados, bebidas alcohólicas o bebidas “sin alcohol”) y sustituir el azúcar por edulcorantes que no aporten calorías. Pueden sustituirse por agua, bebidas “light o sin azúcar” e infusiones.
5. Moderar el consumo de carne y de grasas: Se aconseja tomar más raciones de pescado que de carne a la semana, en torno a 5-6 de pescado de las cuales al menos 3 deberían ser de pescado azul.
6. Helados, sólo ocasionalmente: dulces y helados no no constituyen parte esencial de una alimentación saludable y por ello, no deberían formar parte de la dieta diaria. Se recomienda que su consumo sea ocasional.
7. Aprovecha las vacaciones para hacer deporte. Nadar, pasear por la playa o la montaña, ejercicio al aire libre… El deporte es una manera de compensar las calorías consumidas de más.
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