Con el paso del tiempo, nuestra piel va perdiendo firmeza, tersura y elasticidad, al mismo tiempo se produce la pérdida de colágeno y grasa facial. Todo esto hace que aparezca la tan temida flacidez y en las indeseadas arrugas.
Las áreas de la cara más afectadas suelen ser las mejillas, las cejas y otras zonas alrededor de los ojos, el cuello y la papada. El tratamiento con hilos tensores reabsorbibles es una buena opción si lo que quieres es minimizar los efectos del paso del tiempo con resultados inmediatos y sin acudir a la cirugía.
Esta técnica, pese a parecer muy novedosa, lleva años aplicándose. Lo que sí ha supuesto un gran avance durante estos últimos años, es una nueva generación de hilos. Los nuevos hilos tensores están fabricados de polidioxanona PDO, un compuesto biológico totalmente compatible y reabsorbible por el cuerpo que no produce alergias.
¿Qué son?
La implantación de hilos tensores es trata de una técnica no intrusiva, indolora, segura y con resultados inmediatos, cuyo principal fin es obtener el tensado de la piel mediante la inserción de hilos en el interior de la dermis con una aguja guía.
¿Son todos los hilos tensores iguales?
Dependiendo de la zona a tratar, de la calidad o grosor de la piel o de la necesidad mayor o menos de realizar el efecto tensor, los hilos pueden ser de diferentes tipos. El médico estético te asesorará sobre los más adecuados según las necesidades y objetivos buscados.
En todos los casos, los hilos tensores consiguen estimular la creación de forma masiva del colágeno en la piel, con lo se consigue una piel tensa y con más cuerpo, mejorando así las zonas con arrugas o flaccidez .
- Hilos tensores monofilamento. Aunque se pueden aplicar en cualquier zona del rostro, suelen estar indicados para trabajar zonas como el ovalo de la mandíbula y la papada.
- Hilos tensores multifilamento. Tiene un grosor mayor que los hilos monofilamento. Se componen de varios hilos y con ellos se consigue un efecto tensor y de relleno muy natural. Sirven, además, para redensificar la piel.
- Hilos tensores espiculados. Este tipo de hilos sirven para dar más tensión que los hilos normales, favoreciendo el efecto lifting. Son más gruesos y su principal deferencia con los anteriores es la tracción que producen en la piel gracias a las espículas o dientes que tienen. Consiguen devolver a la piel un aspecto más terso y firme densificando los tejidos faciales. Están indicados para el tratamiento del descolgamiento de mejillas, la pérdida de la definición en la parte de la mandíbula y la flacidez del cuello.
¿Cómo se insertan en la piel?
Se trata de una técnica no intrusiva muy segura, indolora (anestesia local) y con resultados inmediatos, cuyo principal objetivo es el tensado cutáneo mediante la inserción de hilos en la dermis con una aguja guía muy fina. Al no realizarse incisiones, no se originan cicatrices.
Resultados
Los resultados que se obtienen con los hilos tensores son instantáneos. Consiguen reafirmar y fortalecer la piel de la zona tratada desde el momento de la aplicación. Sin embargo, el resultado definitivo se obtiene aproximadamente entre 1 y 2 meses después de la aplicación del tratamiento cuando la formación de colágeno ya se ha puesto en marcha.
- Combaten eficazmente la flacidez, estimulando el colágeno y mejorando la calidad de la piel manteniéndola tensa, tersa y elástica.
- Elevan cejas y mejillas.
- Minimizan las arrugas de expresión.
- Mejoran el doble mentón y reafirman el cuello.
- Matizan las arrugas peribucales.
- Disimulan las arrugas de la frente y contorno de ojos.
- Permiten retomar la actividad cotidiana de manera inmediata tras el tratamiento. No requieren de hospitalización.
- Se trata de un procedimiento corto (entre 30 y 60 minutos).
- No recurren a la anestesia general, ya que el tratamiento se realiza con anestesia local.
- Son totalmente compatibles con otros tratamientos tipo Botox, Plasma Rico en Plaquetas y rellenos con Ácido Hialurónico.
- No provocan dolor, aunque a vece sí pueden traer consigo una ligera molestia.
- Son completamente reabsorbibles y biocompatibles.
¿Cuánto cuesta?
El precio puede variar según el número de hilos tensores y del tipo de hilo que necesite cada persona para realizar un tratamiento correcto y lograr los resultados perseguidos. Para zonas concretas de la cara, la cantidad necesaria puede oscilar normalmente entre los seis y los quince hilos.
¿Cuánto dura el efecto?
Están hechos de polidioxanona y se reabsorben aproximadamente 6 meses después de su colocación. Sus efectos pueden llegar a durar hasta entre 1 y 2 años. Pasado ese tiempo, se pueden volver a colocar nuevos hilos.
Post-Tratamiento
Las principales ventajas de esta técnica residen en que no requiere de un largo reposo tras su aplicación y que no es necesaria la hospitalización del paciente ni el uso de anestesia general.
Después de la inserción de los hilos no suelen ser común la aparición de efectos secundarios. Por ese motivo, el paciente puede retomar su actividad cotidiana una vez finalizada la sesión, sin tener que seguir postoperatorio alguno. Si pueden aparecer en algunos casos algún pequeño hematoma o una ligera inflamación.